Me siento a escuchar música como otras tantas noches . Como siempre enchufo mi viejo aparato de música y, mientras espero a que esta empiece, me limito a buscar en mis estanterías algo con lo que distraerme durante la escucha de canciones.
Pero hoy no. Hoy no puedo hacer lo mismo.
Después de que me dejaras, la música no volvió a sonar igual. Las canciones se me tornaban insoportables. Cada melodía que emanaba de mi tocadiscos se asemejaba a miles de cuchillos clavándose en mi sien.
No pude volver a escuchar aquello que me hacía feliz y me hacía sentir uno más en el mundo, pues tú me hiciste desgraciado y te apoderaste de cada parte de mi alma e hiciste con ella lo que te convino.
Y ahora ,en vez de sentarme a escuchar obras maestras creadas por el hombre, me siento a escuchar el completo silencio. No creado ni manipulado por la odiosa mano del ser humano...
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