Bienvenidos

"Esa engañosa palabra mañana, mañana, mañana, nos va llevando por días al sepulcro, y la falaz lumbre del ayer ilumina al necio hasta que cae en la fosa..." William Shakespeare.

sábado, 15 de marzo de 2014

Otra reflexión...

¿Cómo puede durar tanto la vida de un individuo? ¿Qué le impulsa a avanzar? Algo debe estar fallando cuando no veo más que lo desagradable de esta insulsa existencia. Lo desagradable de los engendros. Del espécimen.
Llegando a tal punto de repulsión que me resulta inconmensurable el continuar con este burdo sinsentido. Continuar engullendo basura para generar más mierda. Vivir en un estado de eterno sufrimiento. No siendo sin ser. Vivir sin vivir y manejándome a través de convencionalismos y conformismos.
Si esta es la vida y esto es lo que depara, suplico e imploro porque esto termine ya. Que esta función finalice.
Que el teatro que conforman mis ojos se cierre para siempre.
No quiero continuar.
No debo.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Y una vez más te diré...

Bebo para olvidarte. Y, como siempre, me reencuentro en tu pensamiento.
Con tu recuerdo. Pero no quiero pensarte. No puedo. No soy.
Sin embargo continuo bebiendo hasta sentir asco de mi copa. De la botella. De mi.
Y vomito, expulsando de mi cuerpo todo el alcohol.
Me olvido durante ese momento de ti.
Expeliendo. Gimiendo. No siendo más que lo lamentable. No siendo más que el despojo de tus recuerdos. Te abrazo y siento frío, pues nadie se encuentra a mi lado. Sólo eres los restos de un alcohol que se convirtió en vacío.
Y lamo sus restos mientras grito el por qué a tu evocación. A su continuidad.
Y una vez mas diré que te he olvidado. Y una vez más habré mentido. Y me habré engañado.

viernes, 7 de marzo de 2014

Bilis...

Tú que recorres mi sangre, defecando en cada rincón de mi podrido cuerpo.
Tú que me clavas estas lanzas que me atan a esta absurda idea de vida.
Tú, a lo que tanto odio.
Tú que mientes, deshaces, dueles. Te recuerdo y sólo con ello provocaría a mi bilis hasta que doliera. Hasta que se deshiciera de lo que queda de mi cadáver anhelante de la más profunda de las muertes.
Tú. No existen palabras. Tan sólo balbuceos incomprensibles que rellenan mis labios porque no puedo (no quiero) reflejarte en mi. En lo que intento ser de mi. De mi sin ti. Sin vosotros. Sin ser.

sábado, 1 de marzo de 2014

Y joder...

Te seguiría. Pero hace tiempo que te perdí. 
Te recordaría. Pero en vano sería pues ya apenas permaneces en mi. 
Apenas te sentía cuando desaparecías, silenciando cada retazo de mi apagada existencia con vasos de eternos licores que apagaban mi alma más que calmar mi sed.
Creerte fue mi error. Mi perdición. Y joder...todavía atacas mi alma con incontrolables cuchillas que, una a una, destruyen la ficticia cordura que pensé que aun conservaba.