Un golpe y se paró el corazón.
Dos golpes y enormes lágrimas recorrieron mi rostro.
Tres golpes y no sentí más que pesadumbre.
Cuatro golpes y creció en mi el más horrible de los sentimientos.
Cinco golpes y odié.
Seis golpes y encontré mi verdad.
Siete golpes y ante la inmensidad me derrumbé.
Ocho golpes y vi todo con mayor claridad.
Nueve golpes y soñé que todo fue nada.
Diez golpes y se paró el corazón.