De un lado y de otro aparecían seres viscosos que intentaban atraparme. Sus ojos salían de sus órbitas, intentando alcanzarme y robarme la poca esencia que me quedaba.
Mis fuerzas iban mermando mientras ellos seguían detrás mía, incansables , en una intensa carrera por acabar con la única forma de vida humana que quedaba en la ciudad.
¿Por qué empiezo por aquí mi historia?
Muy fácil: prefería que sintierais mi angustia. Supierais mi estado de ánimo ahora mismo que estoy escondido escribiendo mi vida (mi corta vida) antes de que me cogiesen y terminen conmigo. No tiene mucha lógica mi explicación, como tampoco la tiene la historia que os voy a contar:
Yo soy el culpable de que esto sucediera.
Exactamente no recuerdo que día empezó todo....(continuará....)
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