Asomado en la inmensidad de mi corazón distingo aquello que tanto me duele.
Pensar en ti atonta mi mente.
No pensar en ti hace que me sienta vacío.
Silencio, tú que estás presente ahora:
¡Sálvame antes de que me pierda!
¡Salva mi alma de esta continua desazón!
No hay comentarios:
Publicar un comentario