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"Esa engañosa palabra mañana, mañana, mañana, nos va llevando por días al sepulcro, y la falaz lumbre del ayer ilumina al necio hasta que cae en la fosa..." William Shakespeare.

martes, 29 de mayo de 2012

5...

Son las 5 de la tarde. Apenas he probado bocado de esta ensalada que me observa desde hace rato. De hecho ni la he tocado. Todo lo que entra por mi boca sabe a estiércol pues por mi boca sólo han entrado y  han salido desechos.¿Por qué todo tiene que ser tan complejo?¿Por qué no soy capaz de darle un bocado a esa ensalada?Por la misma razón por la que soy incapaz de manejar mi vida y mi entorno. No estoy preparada para la vida. Ni la vida está preparada para mi. Somos 2 esferas que nunca coincidiremos. No nos entendemos.¿Qué falla? Pregúntaselo a ella. Yo he intentado comprenderla, así como intento comprender a todos los seres que conforman mi entorno. Pero me he dado por vencida. Nada, nada, nada absolutamente nada me da motivos para seguir luchando por entenderla. Para seguir intentando conocer a nadie. Solo me merece la pena conocer a la nada. Y a veces lo dudo.
Y sigue tranquila en el mismo sitio la ensalada. Esperándome. Esperando a que la abra y empiece el hermoso baile que es el triturar entre tus dientes manjares propios de pordioseros. De alguien desamparado, lanzado a esta inabarcable e insoportable existencia. ¿En qué momento se decidió el haberme en la humanidad? ¿En qué momento se resolvió que tenía que manejarme entre la sociedad, que tenía que aceptar las normas establecidas, que tenía que abrirme a los demás, que tenía que dar toda mi vida a cambio de las coces que me devuelven una y otra vez?¿Por qué tendría que seguir aguantando que me miraran, que me sintieran, que me quisieran, que me aceptaran? ¿Por qué tengo que soportar y resignarme ante la burla que me devuelven? ¿Por qué tengo que entregar mi saliva a la ensalada repugnante que me observa, que se ríe de mi mientras espera a que la pruebe?
Y sí, para qué negarlo aborrezco el mantenerme a la espera de la ausencia de palabras. Odio aguardar a que me confiesen falsas promesas.Y maldigo a esta ensalada y a mi existencia.